¿Alguna vez has sentido una inmensa preocupación por el futuro en un contexto de crisis climática? Si respondiste que sí, hay una palabra que probablemente podría definir tu malestar: la ecoansiedad.

 La American Psychology Association define la ecoansiedad como el temor crónico a sufrir un cataclismo ambiental que se produce al observar el impacto del cambio climático.

De hecho, en una encuesta que se publicó en The Lancet, el 75% de los 10 mil niños y jóvenes encuestados dijeron que el “futuro es aterrador”.

 Además, el 50% de esa misma muestra afirmó sentir tristeza, enojo, impotencia y culpa por los efectos de la crisis climática. Aquí te dejamos una guía con consejos para calmar la ecoansiedad.

Convivir con conejos brinda una conexión directa con la naturaleza  al observar sus comportamientos y cuidar de ellos, recordando la belleza de la vida. Interactuar con ellos enfoca la atención en el presente, reduciendo ansiedades sobre el futuro. Cuidarlos establece rutinas que otorgan estructura y propósito. Aprender sobre sus necesidades promueve conocimiento responsable y conciencia ecológica. La interacción física libera endorfinas y relaja. Tener conejos puede impulsar un estilo de vida sostenible, reduciendo la huella ambiental. Genera comunidad al conectar con otros amantes de la naturaleza. Inspiración para proyectos sostenibles, como espacios al aire libre.

 Y si necesitas ayuda profesional debido a la gravedad de tu malestar, puedes consultar a instituciones de apoyo psicológico.