México enfrenta una preocupante escasez de agua. En los últimos 15 días el 49% del territorio mexicano experimentó sequía extrema o moderada, según datos del Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

 Pero la sequía no es el único factor detrás de la escasez. De acuerdo con el diario El País, esta situación se ha agravado por la falta de presupuesto federal y la poca regulación de concesiones.

Tan solo entre el 2012 y el 2023, los recursos aprobados para abastecer y administrar agua, así como para gestionar las aguas residuales, drenaje y alcantarillado, cayeron un 32%. Y es que según el medio español, en ese entonces se destinaron 57 mil millones de pesos a dichas acciones, mientras que este año el presupuesto aprobado fue de 38 mil 500 millones de pesos.

A esto se suma otro factor: la influencia del sector empresarial y de la agroindustria. Recordemos que el 76% del agua del país es destinada a la agricultura. La mayoría de esos recursos hídricos son manejados por medio de concesiones otorgadas a organismos privados conocidos como Distritos de Riego, manejados por individuos, familias y empresas que influyen en la distribución de agua. De hecho, hay lugares en México en donde los gobiernos locales deben comprar agua a los distritos para abastecer a la población.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó al Congreso de la Unión emitir una Ley General de Aguas antes de agosto de 2024 con el objetivo de regular, ordenar y limitar las concesiones de agua, así como para garantizar el acceso equitativo al recurso. Esto es importante porque la Conagua no cuenta con el personal suficiente para vigilar que los concesionarios no extraigan más agua de lo permitido, indicó El País.