Donald Trump enfrenta nuevos cargos penales, incluyendo obstrucción y retención deliberada de información relacionada con la supuesta presión a un empleado para borrar imágenes de seguridad en su casa de Florida.

Trump niega las acusaciones y planea postularse nuevamente para la presidencia en 2024, incluso si es condenado penalmente.

Los nuevos cargos también afectan a su asistente personal, Walt Nauta, y al administrador de Mar-a-Lago, Carlos de Oliveira, por obstrucción en la investigación del Departamento de Justicia.

Trump discutió un documento clasificado con biógrafos en Mar-a-Lago, revelando posibles planes para atacar al "País A" (presumiblemente Irán).

El fiscal especial Jack Smith dirige el caso de los documentos y también investiga intentos de anular los resultados de las elecciones de 2020.

Trump enfrenta múltiples problemas legales, incluyendo un caso de dinero secreto en Nueva York y cargos civiles de difamación.

Algunos republicanos defienden a Trump y acusan al Departamento de Justicia de estar sesgado en su contra.

Un exabogado de Trump considera que el caso legal es complicado y que la evidencia en su contra es abrumadora.

Algunos críticos creen que los nuevos cargos podrían fortalecer la popularidad de Trump entre los republicanos y consolidar su nominación para la carrera presidencial republicana.