El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, llegó a Vilnius después de expresar su descontento con la OTAN debido a lo que considera retrasos en la incorporación de su país a la alianza.

 Zelensky calificó esta situación como "sin precedentes y absurda" y resaltó la necesidad de establecer un plazo claro para la membresía de Ucrania. En la próxima cumbre, planea discutir abiertamente esta preocupación.

Previamente, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que Ucrania recibiría "un mensaje claro, un mensaje positivo" sobre su futura adhesión. Sin embargo, la membresía plena puede llevar décadas, mientras que Ucrania busca una línea de tiempo más rápida para su incorporación.

 La OTAN ofrece seguridad colectiva a sus miembros, quienes se comprometen a defenderse mutuamente en caso de un ataque.

Stoltenberg enfatizó la necesidad de aumentar la inversión en defensa y mencionó que se espera un incremento del 8,2 por ciento en el gasto en defensa de los aliados europeos y Canadá en 2023, el mayor aumento en décadas.

 Al ser cuestionado sobre los comentarios de Zelensky, el líder de la OTAN destacó que están brindando un apoyo sustancial y práctico a Ucrania en su camino hacia la membresía. Afirmó que nunca antes la OTAN había mostrado un respaldo tan fuerte tanto político como práctico, y recordó que la membresía en la alianza se basa en condiciones, no en plazos.

Además fue consultado por los medios finlandeses sobre el significado del anuncio de membresía para los países fronterizos con Rusia. En respuesta, Stoltenberg afirmó que es un momento histórico para Finlandia y que pronto también lo será para Suecia el unirse a la OTAN. Destacó la importancia de garantizar una mayor seguridad en la región del Báltico.

Stoltenberg hizo hincapié en que no le corresponde a Moscú negar a las naciones soberanas la posibilidad de elegir su propio camino. Subrayó el derecho de los países a tomar decisiones independientes sobre su alianza y rechazó cualquier intento de influencia externa en este proceso.