El peso mexicano alcanzó un valor de 16.98 unidades por dólar, su mejor nivel desde el 18 de diciembre de 2015.

En los últimos meses, el peso se ha apreciado y logró convertirse en la divisa emergente con mejor desempeño en lo que va del año. Sin embargo, su buena racha tiene pros y contras.

Hablando de beneficios, el fortalecimiento del peso mexicano ha generado confianza para la inversión extranjera, disminuido el costo de la deuda gubernamental que está en dólares y ha ayudado a reducir la inflación. 

Sin embargo, hay sectores que se han visto golpeados por dicha situación. Entre las áreas afectadas tenemos el petróleo, el turismo y las exportaciones, pues todos sus ingresos están valuados en dólares estadounidenses, el cual ahora vale menos.

Otro sector desfavorecido por el fortalecimiento del peso es el de las remesas, que especialmente ha impactado a las familias mexicanas que reciben dinero de personas que residen en el extranjero, pues deben recibir más dólares para mantener el poder adquisitivo que tenían antes de la apreciación de la moneda de nuestro país.

El académico del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, José Manuel Márquez dijo que la coyuntura del peso es positiva, pero no sostenible. ¿Por qué? Porque su apreciación podría encarecer algunas actividades económicas nacionales que verían un margen de ganancia muy reducido. Por este motivo, señaló que es necesario aprovechar la buena racha para buscar que este fenómeno tenga resultados a mediano y largo plazo.