Un torrente de agua irrumpió el martes a través de una enorme presa en el río Dnipro, en el sur de Ucrania, inundando una franja de la zona de guerra y obligando a los aldeanos a huir. Ucrania y sus aliados occidentales acusaron a Rusia de volar la represa en un crimen de guerra deliberado, mientras que el Kremlin afirmó que fue Ucrania quien saboteó la estructura. No se presentaron pruebas inmediatas de culpabilidad por parte de ninguna de las partes.

La destrucción de la presa crea un nuevo desastre humanitario y ambiental en el centro de la zona de guerra, justo cuando Ucrania está desatando una contraofensiva para expulsar a las tropas rusas de su territorio. La represa suministra agua a una franja agrícola del sur de Ucrania, incluida la península de Crimea ocupada por Rusia, y también enfría la planta nuclear de Zaporiyia, controlada por Rusia.

Las autoridades ucranianas y rusas se acusaron mutuamente de ser responsables de la explosión de la presa. Mientras los aldeanos eran evacuados y las aguas continuaban aumentando, la policía ucraniana realizó esfuerzos de rescate y publicó videos de las operaciones. La ruptura de la presa también plantea preocupaciones sobre el suministro de agua en Crimea y la capacidad de la planta de energía de Zaporiyia para enfriar sus reactores.

La comunidad internacional condenó el incidente, con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, responsabilizando a los "terroristas rusos" y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, calificándolo como "un acto escandaloso". Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que se trató de un sabotaje por parte de Ucrania y señaló que sus acciones ofensivas en el conflicto estaban fallando.

La ruptura de la presa también ha afectado a unos 22 mil residentes de la región de Jersón, quienes se encuentran en riesgo de inundaciones. Las versiones contradictorias sobre cómo ocurrió la explosión han surgido por parte de los funcionarios instalados por Rusia en la región. Expertos señalan que la reparación de la presa probablemente no sea posible.

En resumen, la ruptura de una presa en el río Dnipro ha generado inundaciones y tensiones entre Ucrania y Rusia. Ambos países se acusan mutuamente de sabotaje y crímenes de guerra. Mientras Ucrania busca expulsar a las tropas rusas en una contraofensiva, la destrucción de la presa ha creado un nuevo desastre humanitario y ambiental en la zona de guerra. La comunidad internacional ha condenado el incidente y la reparación de la presa se considera improbable.