El sábado, el presidente demócrata rubricó el proyecto de ley como legislación después de que este avanzara rápidamente a través del Congreso con respaldo de ambos partidos. Elogiando inusualmente a los republicanos, comentando que “operaron de buena fe". 

Adicionalmente, advirtió sobre las consecuencias "catastróficas" que habría tenido el impago de la deuda de Estados Unidos, que ascendía a 31,4 billones de dólares, si no se hubiese elevado el límite antes de la fecha límite del lunes. La Casa Blanca subrayó la gravedad de la situación al permitir que el presidente pronunciara su discurso desde la Oficina Oval, un escenario generalmente utilizado en casos de emergencias, como desastres naturales o guerras.

Durante semanas, hubo negociaciones entre la Casa Blanca y los republicanos para definir los detalles del acuerdo, y existían dudas acerca de si se finalizaría el trato antes del 5 de junio, que sería cuando el gobierno de Estados Unidos estaría sin fondos. Finalmente, el proyecto de ley fue aprobado por el Senado con una votación de 63 a favor y 36 en contra el jueves por la noche, un día después de que pasara por la Cámara de Representantes.

En su agradecimiento, el presidente elogió a los líderes del Congreso, incluyendo a Kevin McCarthy, presidente republicano de la Cámara de Representantes, y a Mitch McConnell, líder republicano del Senado. Expresó que "actuaron de manera responsable y priorizaron el bien del país sobre la política". 

El acuerdo suspende el límite de la deuda hasta el 1 de enero de 2025 y establece un tope para el gasto no relacionado con la defensa. Además, amplía los requisitos de trabajo para recibir atención médica y de asistencia alimentaria, entre otras cosas. También se espera un aumento en la financiación para la atención médica de los veteranos militares, tal como lo había propuesto el presidente Biden.

Según la Oficina Presupuestaria del Congreso independiente, esta legislación generará un ahorro de 1,5 billones de dólares en un lapso de diez años. Aunque en su mayor parte fue un proyecto de ley con apoyo de ambos partidos, algunos republicanos manifestaron que el acuerdo no incluía suficientes recortes, mientras que algunos demócratas opinaron que iba demasiado lejos.