La cifra de presuntos seguidores de una secta cristiana que fallecieron debido a un ayuno hasta la muerte en un bosque del sur de Kenia con el propósito de encontrarse con Jesucristo ha aumentado a 211, según informó la Policía tras la exhumación de diez nuevos cadáveres. La comisionada regional de policía de la Costa keniana, Rhoda Onyancha, comunicó a los medios de comunicación que se logró rescatar a tres personas, aunque se encuentran en estado crítico, elevando así el número total de víctimas de la secta a 84. Además, se han arrestado a cuatro nuevos sospechosos, lo que suma un total de 31 detenidos. Según la comisionada, el número de personas desaparecidas sigue siendo de 610.

Casi todos los fallecidos en lo que se ha llamado la "masacre de Shakahola", nombre dado al bosque donde ocurrió la tragedia, han sido encontrados enterrados en tumbas y fosas comunes en dicho bosque, excepto por unos pocos que murieron en el hospital debido a su estado crítico. Las autopsias realizadas a más de cien cuerpos revelaron que, si bien todos mostraban signos de inanición, al menos tres menores y un adulto presentaban evidencias de estrangulación y asfixia.

Las primeras investigaciones de la Policía de Kenia sugieren que los fieles eran obligados a continuar con el ayuno incluso si deseaban abandonarlo. El miércoles pasado, el tribunal de Shanzu, ubicado en la ciudad costera de Mombasa, ordenó una extensión de treinta días (a partir del 3 de mayo) para la detención del líder de la secta, el pastor Paul Mackenzie Nthenge, quien supuestamente persuadió a las víctimas para que ayunaran, junto con su esposa y otros 16 sospechosos.

El 2 de mayo pasado, Nthenge y los demás detenidos fueron puestos en libertad por el tribunal de la ciudad turística costera de Malindi después de que la Fiscalía manifestara su intención de presentar cargos de terrorismo en su contra, a lo cual el tribunal se declaró incompetente. Sin embargo, el pastor y sus cómplices fueron arrestados minutos después y llevados al tribunal de Shanzu, a unos 120 kilómetros de distancia, donde la Policía solicitó sin éxito una autorización para mantenerlos detenidos durante otros noventa días.

El presidente de Kenia, William Ruto, se disculpó este domingo en nombre de su Gobierno por no haber podido evitar las muertes. Nthenge, quien ha estado bajo custodia policial desde el 14 de abril pasado, lidera la Good News International Church (Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas). Anteriormente taxista, el pastor ya fue arrestado en marzo pasado después de ser acusado de la muerte de dos niños en circunstancias similares, pero fue liberado bajo fianza.