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[GALERÍA] Madre asesina; tiró a sus hijos al lago por su novio

INTERNACIONAL

10-05-2023


Foto: Web

Foto: Web

Redacción BajaNewsMx
Joselin Romero | BajaNews
Publicado: 10-05-2023 11:04:32 PDT
Actualizado: 10-05-2023 13:16:29 PDT

Lo hizo para recuperar a su novio quien no quería hijos propios ni ajenos. Conoce, este Día de las Madres, el caso que conmocionó a Estados Unidos

Fue un 25 de octubre de 1994 en Carolina del Sur, a las ocho de la noche, cuando Susan Smith de 23 años decidió poner fin a lo que ella vivía como una maternidad indeseada, sofocante y que la mantenía prisionera; no la dejaba rehacer libremente una vida sentimental-romántica. Para eso, tenía que sacarse de encima aquello que le sobrara y le resultaba un estorbo: sus hijos.

 

Tomó a Michael de 3 años y a Alexander de 1, los sentó con cuidado en el asiento trasero de su auto. Manejó un buen rato concentrada en la carta que le escribió su ex amante, Tom, el lunes 17 de octubre, y en todo lo que él le decía en esas doloridas páginas donde terminaba su relación con ella. Una mezcla de furia y angustia nubló su juicio: sólo podía recordar el fragmento en el que Tom le explicó que no quería hijos propios ni ajenos.

 

“Hay cosas en tu vida que no son para mí. Y sí, estoy hablando de tus hijos. Estoy seguro de que son buenos chicos, pero no importa cuán buenos sean… El hecho es que yo no deseo tener hijos”.

 

Condujo por un camino de campo que terminaba en el lago John D. Long donde llegó hasta la rampa de botes. Se bajó del auto y, una vez fuera, quitó el freno de mano y puso la palanca automática en Drive. No hubo un beso de despedida, ni gritos, ni llantos, ni arrepentimiento de último momento de su parte.

 

Michael y Alexander

 


 

Los dos niños dormían cuando el auto se deslizó y empezó a hundirse lentamente en el agua helada y negra de la noche, sólo iluminada por los focos del auto. Susan se tapó los oídos con las manos, no quería sentir los ruidos del auto sumergiéndose. Esperó unos ocho minutos, hasta que ya no vio nada sobre la superficie oscura.

 

Una vez que el auto estuvo completamente desaparecido de la faz del lago, corrió hasta una vivienda cercana y golpeó histéricamente la puerta. Les dijo a los dueños de casa, los McCloud, lo que repetiría luego a la policía: que mientras iba con sus hijos en el Mazda bordó modelo 1990, un hombre afroamericano con un arma se había lanzado sobre ellos cuando paró en la luz roja de Monarch Mills. Aseguró que ese hombre la hizo conducir varios kilómetros para luego bajarla del auto e irse manejando con sus hijos dentro que lloraban y la llamaban.

 

Durante nueve larguísimos días Susan mantuvo al país en estado de alerta, llorando y dando reportajes. Rogaba que les devolvieran a sus hijos. Los investigadores eran un poco más escépticos. 

 

Susan Smith

 


 

Susana cometió ciertos errores en el interrogatorio: el semáforo en rojo donde se supone el hombre afroamericano los secuestró, pero ese semáforo sólo se ponía en rojo si venía otra nota en el cruce de la calle. Asimismo, tampoco se pudo comprobar que estuvo con su amiga ni que fue a Walmart a las 21:00 horas, ni pudo dar una descripción certera del hombre afroamericano.

 

Sheriff Howard Wells volvió a platicar con Susan, y ella le contó, entre llanto, el crimen de sus hijos, pero afirmó que quiso suicidarse; sin embargo, se arrepintió en último momento y salió de su auto sin poder salvar a sus hijos. Wells mandó a rescatar el automóvil, lo encontraron a 36 metros de la costa del lago con los cuerpos de los niños todavía en sus asientos. La autopsia reveló que los niños estaban vivos cuando el agua alcanzó sus cabezas.

 

Vehículo de Susan Smith en el lago John D. Long

 


 

David, su ex esposo, quiso preguntarle la última vez que la vio por qué había asesinado a sus hijos. La respuesta de ella lo dejó pasmado: “Tranquilo. Cuando salga de aquí espero regresar contigo y tener más hijos”.

 

Luego de diez días de juicio, el 28 de julio de 1995, Susan cerró los ojos mientras se leía su sentencia: cadena perpetua con la posibilidad de libertad condicional al cumplirse los 30 años de cárcel.